Quién me iba a decir hace unos años que yo iba a hacer un pequeño alegato sobre tomar el sol, pero supongo que los años pasan y empiezas a conocerte y a ver qué te sienta bien y qué no.
He de empezar por decir, que hablo de exponerte levemente al sol, en plan, paseo por un parque, no a pasarte 4 horas a vuelta y vuelta en la toalla a la orilla del mar.
Por una parte soy totalmente incapaz de hacerlo, y además se que si me paso de sol/calor, mi nivel de energía baja y para mí eso es un buen indicador de qué me va bien y qué no.
Pero vayamos con los beneficios de tomar el sol de acuerdo con la ciencia.
Foto de Wendy Hero: https://www.pexels.com/es-es/foto/mujer-vistiendo-sujetador-blanco-y-negro-sentado-sobre-arena-blanca-67818/
Beneficios de tomar el sol
1. Es fuente de vitamina D.
Por supuesto, podemos suplementarla, pero, ¿qué necesidad habrá en un país tan soleado como el nuestro?
2. La vitamina D reduce la presión sanguínea.
Al exponernos al sol nuestra piel libera óxido nítrico que dilata vasos sanguíneos, regulando así la presión sanguínea.
3. La luz de la mañana regula nuestro reloj interno.
Cuando nuestro cuerpo recibe la luz solar por la mañana comienza a fabricar las hormonas necesarias para mejorar nuestra concentración, ajustando nuestros ciclos circadianos.
4. La luz de la tarde nos ayuda a dormir mejor.
Existe una técnia llamada “sun gazing” que consiste en observar el atardecer para cronorregularnos y fabricar melatonina, la hormona del sueño.
5. El sol mejora nuestro sistema inmune.
Se ha demostrado que nuestras células T-reguladoras aumentan al exponernos al sol y eso potencia nuestro sistema inmune innato (el que depende al 100% de nosotros y no de las herencias)
6. Fortalece nuestros huesos.
Nuestros huesos están formados en gran cantidad por calcio. Pero, no se fija sin más en los huesos, por mucho calcio que consumamos podremos volver a expulsarlo (tal y como entra, sale, o no, y te crea depósitos que se convierten en piedras en el riñón).
La vitamina D es lo que necesitamos para que ese calcio quede fijado en los huesos.
7. Ayuda a la regeneración muscular.
Se ha demostrado cómo unos buenos niveles de vitamina D ayudan a la regeneración del músculo después de una lesión y cómo niveles bajos en sangre, por el contrario, reducen el rendimiento muscular.
8. Estamos de mejor humor y más tranquilos.
El sol nos ayuda a fabricar más serotonina (la hormona de la felicidad y la tranquilidad), y se ha demostrado como las personas que no se exponen a la luz solar tienen más probabilidad de desarrollar depresión.
9. Regula la producción hormonal.
Cuando nuestro cuerpo se expone a la luz ultravioleta, nuestra piel colabora en la producción de hormonas, funcionando como un órgano endocrino indispensable.
10. Mejora la recuperación tras una cirugía.
Existen estudios que apuntan a que los pacientes que después de una cirugía descansan en una habitación con sol se recuperan más rápidamente que los que lo hacen con luz artificial.
11. Nos da energía.
Se ha demostrado en estudios como una hora de exposición solar controlada aumenta nuestra energía.
12. Nos ayuda a perder grasa.
La exposición solar regula nuestra microbiota intestinal y el famoso eje intestino-cerebro. Eso hace que los microorganismos que tenemos en la tripa hagan un mejor trabajo y fabriquen menos grasa. Además, las células adiposas (grasas) perciben la luz ultravioleta y se hacen más pequeñas.
13. Nos ayuda a pensar mejor.
Estudios en animales han demostrado cómo la luz solar ayuda a mejorar la plasticidad cerebral y la producción de nuevas neuronas. También hay evidencias de cómo la exposición solar aumenta el rendimiento cognitivo.
Ahora, por supuesto, hay que tomar el sol con conocimiento, no hace falta estar en plan placa fotovoltaica, sencillamente un paseito por zonas medio soleadas, medio sombreadas, salir a la terraza con los primeros rayos del día o los últimos de la tarde, pueden mejorar nuestra calidad de vida.
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