Que levante la mano aquel que no haya vuelto de la playa con un cargamento de conchas y caracolas...
¿Qué?¿Nadie?
¿Y qué haces con ellas? ¿Guardarlas en un bote?
Pues hoy te traigo una idea fácil y además decorativa para mantener esos pequeños tesoros que con tanto afan vamos guardando mayores y pequeños.
Solo necesitas un cuadro con fondo (el mío lo encontré en un TEDI por 4€), una cartulina oscura y una pistola de pegamento, bueno y conchas, claro está.
Vamos a aplicar un concepto que en fotografía se conoce como Knolling, para exponer las conchas.
Comienza por tomar la cartulina y marcar un margen recto que acote la parte que han de ocupar las piezas, piensa en si quieres dejar más o menos espacio libre alrededor y después coloca unas tiras de washi tape para que quede todo el margen igual alrededor.
Después prueba a hacer varias disposiciones de las conchas dentro de la zona delimitada ¿quieres que una sobresalga más? colócala en el centro ¿Son todas más o menos parecidas? colócalas ordenadas ¿Cada una es de su padre y de su madre? Pues, ve probando a combinarlas entre grandes y pequeñas y colores dominantes hasta que encuentres que la composición es armónica.
Cuando des con la disposición que te gusta, ajústala a los márgenes para que quede el cuadrado exterior lo más definido posible y comienza a pegar con la ayuda de una pistola de pegamento, cuando se seque, retira el washi tape.
Y voilà!
Tenemos nuestro cuadro bonito que nos recordará nuestro verano todo el año ;)
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