Vuelve septiembre y con él la vuelta a la rutina y al cole.
Despues del modo slow-life del verano volvemos a los agobios, a hacer de radio taxi para llevar a los niños al colegio, a hacer tetris con los horarios de actividades, comidas, preparar almuerzos.
Uff, lo pienso y me agobio a mí misma.
Hoy voy a contarte unos truquillos para simplificar tu vida y hacer la vuelta a los horarios más fácil.
Miras lo que tienes en la nevera y la despensa y preparas el menú semanal y la lista de la compra.
Te recomendaría hacerlo los sábados por la mañana, así si necesitas algo puedes ir a comprarlo en el mismo día.
Ahora es el momento ideal, ya se que no es lo que más te apetece, pero aprovecha a sacar la ropa de los peques de otoño-invierno, ver qué les vale y qué no les vale ya, aprovecha a prepararte una lista de ropa que vas a necesitar comprar.
Pero sobre todo dona o tira lo que ya no les valga.
Y lo mismo con respecto al material escolar, revisa qué quedó del año pasado y qué van a necesitar, forra los libros, etiquétalos y guárdalos ya dentro de la mochila.
¡Ah! Y ya que estamos, haz limpieza de tus propias cosas, ropa que ya no usas, que está muy desgastada, etc. no hace falta guardarla para tirarla al próximo verano... productos de verano como cremas que te queda un 'culín' pues a tirar...
Una de las cosas que más nos estresa es ir como un pollo sin cabeza buscando algo por toda la casa justo cuando las necesitas.
Aprovecha el finde para ordenar las cosas del colegio, búscales una ubicación que te convenza y haz que ese sea su sitio para todo el curso.
Ordena la ropa por usos, retira la de temporada de verano si no la vas a usar.
Prepara las mochilas para actividades extraescolares, etc... y buscales su sitio en el armario para que siempre estén listas para coger y salir por la puerta.
Piensa en cómo te organizas ¿tiras de agenda? ¿con un calendario te apañas? ¿Planificadores semanales?
En cualquier caso prepara lo que necesitas.
Yo tengo un tablero en la cocina (es un panel de metal de Ikea con imanes) y ahí tengo el planificador semanal con los horarios fijos de actividades y uno mensual donde pongo las cosas que se salen de lo habitual como excursiones o cosas que han de llevar al colegio un día concreto del mes, y para hacerlo más visual, a cada niño lo tengo con un color, así de un vistazo se que por ejemplo Dani (rojo) tiene una excursión y ha de llevar chandal...
No todos los días nos levantamos con la misma energía, lo mejor es dejar todo preparado el día de antes, las mochilas listas para cogerlas y salir por la puerta, la ropa que se han de poner plegadita al lado de la cama, etc.
Los hábitos nos ayudan a hacer lo que no nos apasiona de forma automática, crea una buena rutina y habitúate a ella.
Empieza por lo inevitable, si preparas la comida por la mañana como yo, calcula lo que te cuesta prepararla, preparar los desayunos, ducharte, arreglarte, etc. y bloquea ese lapso de tiempo como lo más tarde que te puedes levantar antes de la hora de despertar a los peques, si quieres hacer algo más como meditación, ejercicio, leer, adelantar trabajo, pues vas adelantando el despertador.
Yo tengo ese ratito por la mañana, pero hay gente que lo hace por la noche.
En mi caso prefiero madrugar y estar un buen rato en el que no oigo nada salvo mis propios pensamientos, si tienes preocupaciones o muchas cosas que te vienen a la cabeza a la vez, haz un 'brain dump', vamos, lo que viene a ser coger una libreta y apuntar todo lo que te viene a la cabeza, sean cosas que tienes que hacer o rayadas varias, te ayudará a tomar perspectiva y a tranquilizarte.
Puedes utilizar para esto el planner mensual si lo utilizas, porque todo lo que exceda de hacerse una vez a la semana corre el riesgo de que se quede en el olvido y esa limpieza mensual se vuelva bi-mensual (o 'cuando un santo baja el dedo...)
Además si lo tienes planeado es más fácil para los de casa saber qué hay que hacer y no esperar a que llegues tu a casa... ahem...
¿Cuánto tiempo de tu vida pasas haciendo cosas que no son directamente para tí y tu núcleo familiar más cercano?
No te voy a decir que no hagas favores a los demás, pero sí que priorices y no pospongas lo tuyo para hacerle un favor no urgente a otra persona.
Un ejemplo muy curioso se dio en una conversación de este verano, hablando sobre el mantenimiento de las ventanas de madera, resulta que la persona con quien hablaba no había encontrado el momento de lijar y barnizar sus ventanas (en los dos últimos años), pero sí lo había hecho en casa de sus padres (una vez al año).
Esto claramente es un ejemplo de algo que es importante hacer pero no urgente, si las tuyas pueden esperar las de los demás también, primero arreglas las tuyas, luego ya, si eso, las de los demás...
No hay nada peor que estar todo el día refunfuñando, no sólo por los demás si no por nosotros mismos.
No te diré que hay que estar feliz todo el día porque eso es difícil por no decir casi imposible, todos tenemos nuestroa altibajos, pero oye, intenta centrarte en lo bueno y no dejes que lo malo gane.
Sonríe y da las gracias, no por demostrar lo feliz/bueno que eres, si no porque nuestras actitudes son contagiosas, si eres amable, la gente será amable contigo, si pones malas caras, los demás se pondrán a la defensiva.
Despues del modo slow-life del verano volvemos a los agobios, a hacer de radio taxi para llevar a los niños al colegio, a hacer tetris con los horarios de actividades, comidas, preparar almuerzos.
Uff, lo pienso y me agobio a mí misma.
Hoy voy a contarte unos truquillos para simplificar tu vida y hacer la vuelta a los horarios más fácil.
Planea el menú semanal
Miras lo que tienes en la nevera y la despensa y preparas el menú semanal y la lista de la compra.
Te recomendaría hacerlo los sábados por la mañana, así si necesitas algo puedes ir a comprarlo en el mismo día.
Haz limpieza
Ahora es el momento ideal, ya se que no es lo que más te apetece, pero aprovecha a sacar la ropa de los peques de otoño-invierno, ver qué les vale y qué no les vale ya, aprovecha a prepararte una lista de ropa que vas a necesitar comprar.
Pero sobre todo dona o tira lo que ya no les valga.
Y lo mismo con respecto al material escolar, revisa qué quedó del año pasado y qué van a necesitar, forra los libros, etiquétalos y guárdalos ya dentro de la mochila.
¡Ah! Y ya que estamos, haz limpieza de tus propias cosas, ropa que ya no usas, que está muy desgastada, etc. no hace falta guardarla para tirarla al próximo verano... productos de verano como cremas que te queda un 'culín' pues a tirar...
Ordena
Una de las cosas que más nos estresa es ir como un pollo sin cabeza buscando algo por toda la casa justo cuando las necesitas.
Aprovecha el finde para ordenar las cosas del colegio, búscales una ubicación que te convenza y haz que ese sea su sitio para todo el curso.
Ordena la ropa por usos, retira la de temporada de verano si no la vas a usar.
Prepara las mochilas para actividades extraescolares, etc... y buscales su sitio en el armario para que siempre estén listas para coger y salir por la puerta.
Prepara tu planificador
Piensa en cómo te organizas ¿tiras de agenda? ¿con un calendario te apañas? ¿Planificadores semanales?
En cualquier caso prepara lo que necesitas.
Yo tengo un tablero en la cocina (es un panel de metal de Ikea con imanes) y ahí tengo el planificador semanal con los horarios fijos de actividades y uno mensual donde pongo las cosas que se salen de lo habitual como excursiones o cosas que han de llevar al colegio un día concreto del mes, y para hacerlo más visual, a cada niño lo tengo con un color, así de un vistazo se que por ejemplo Dani (rojo) tiene una excursión y ha de llevar chandal...
Deja todo preparado en la noche anterior
No todos los días nos levantamos con la misma energía, lo mejor es dejar todo preparado el día de antes, las mochilas listas para cogerlas y salir por la puerta, la ropa que se han de poner plegadita al lado de la cama, etc.
Crea una buena rutina de mañanas
Los hábitos nos ayudan a hacer lo que no nos apasiona de forma automática, crea una buena rutina y habitúate a ella.
Empieza por lo inevitable, si preparas la comida por la mañana como yo, calcula lo que te cuesta prepararla, preparar los desayunos, ducharte, arreglarte, etc. y bloquea ese lapso de tiempo como lo más tarde que te puedes levantar antes de la hora de despertar a los peques, si quieres hacer algo más como meditación, ejercicio, leer, adelantar trabajo, pues vas adelantando el despertador.
Buscate un ratito para tí
Yo tengo ese ratito por la mañana, pero hay gente que lo hace por la noche.
En mi caso prefiero madrugar y estar un buen rato en el que no oigo nada salvo mis propios pensamientos, si tienes preocupaciones o muchas cosas que te vienen a la cabeza a la vez, haz un 'brain dump', vamos, lo que viene a ser coger una libreta y apuntar todo lo que te viene a la cabeza, sean cosas que tienes que hacer o rayadas varias, te ayudará a tomar perspectiva y a tranquilizarte.
Planea las tareas para casa
Puedes utilizar para esto el planner mensual si lo utilizas, porque todo lo que exceda de hacerse una vez a la semana corre el riesgo de que se quede en el olvido y esa limpieza mensual se vuelva bi-mensual (o 'cuando un santo baja el dedo...)
Además si lo tienes planeado es más fácil para los de casa saber qué hay que hacer y no esperar a que llegues tu a casa... ahem...
Aprende a decir no
¿Cuánto tiempo de tu vida pasas haciendo cosas que no son directamente para tí y tu núcleo familiar más cercano?
No te voy a decir que no hagas favores a los demás, pero sí que priorices y no pospongas lo tuyo para hacerle un favor no urgente a otra persona.
Un ejemplo muy curioso se dio en una conversación de este verano, hablando sobre el mantenimiento de las ventanas de madera, resulta que la persona con quien hablaba no había encontrado el momento de lijar y barnizar sus ventanas (en los dos últimos años), pero sí lo había hecho en casa de sus padres (una vez al año).
Esto claramente es un ejemplo de algo que es importante hacer pero no urgente, si las tuyas pueden esperar las de los demás también, primero arreglas las tuyas, luego ya, si eso, las de los demás...
Disfruta, sonríe y da gracias
No hay nada peor que estar todo el día refunfuñando, no sólo por los demás si no por nosotros mismos.
No te diré que hay que estar feliz todo el día porque eso es difícil por no decir casi imposible, todos tenemos nuestroa altibajos, pero oye, intenta centrarte en lo bueno y no dejes que lo malo gane.
Sonríe y da las gracias, no por demostrar lo feliz/bueno que eres, si no porque nuestras actitudes son contagiosas, si eres amable, la gente será amable contigo, si pones malas caras, los demás se pondrán a la defensiva.
Comentarios
Publicar un comentario